Segundo período

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En la década de 1970, la sociedad chilena se enfrentó a una compleja realidad social, política y económica. La Unidad Popular, fue un escenario económico inestable, con altos niveles de inflación, una fuerte regulación de mercado y por ende, del sueldo mínimo. Luego, la Dictadura cívico-militar instauró un modelo capitalista neo-liberal, donde la intervención y regulación del Estado fue mínima, lo que impactó en el rol del salario mínimo.

En el ámbito laboral, se implementó una política antiinflacionaria con el objetivo de estabilizar la deuda nacional. Esta estrategia incluyó la privatización y modernización de industrias que habían sido nacionalizadas anteriormente. Los elevados niveles de desempleo, generaron una precarización en las condiciones de trabajo y la disminución de salarios afectaron la estabilidad de la clase trabajadora.

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