Impulsada por un grupo de ciudadanos y ciudadanas, en conjunto con organizaciones de diversas tendencias, esta campaña llama a marcar el voto con la sigla «AC» (Asamblea Constituyente) en la papeleta de la elección presidencial del 17 de noviembre de 2013, con el fin de visibilizar los problemas de representación del actual sistema político y avanzar hacia una Nueva Constitución en Chile mediante una Asamblea Constituyente. Logró casi un 8% de votos marcados a nivel nacional y cerca de un 10,2% en la segunda vuelta.