Cimentó las bases para la llamada «Transición a la democracia». Convocado por el Arzobispo de Stgo. Mons. Fresno, fue firmado por los partidos de la Alianza Democráctica y los que apoyaban a la Dictadura. Entre otras cosas el documento proponía el retorno de los exiliados, el fin de los Estados de Excepción, elecciones democráticas y derogación del Artículo 8°, entre otros. Hacer estos cambios implicaba reformar la C80 y, por ende, reconocer su validez.